Relato de experiencia de aprendizaje, antes de enseñar en el aula, correspondiente a la primer clase.

Relato de experiencia de aprendizaje, antes de enseñar en el aula, correspondiente a la primer clase.

Área: Ciencias Sociales.

Tema a abordar: “El campo y la ciudad”.

Fecha a realizar la práctica: 6 de septiembre.

Me encuentro a un día de realizar mi primera experiencia práctica en el aula. Los nervios y ansiedad no me permiten seguir con mis rutinas habituales con normalidad. Durante toda la semana, compañeros de trabajos y del profesorado notaron mi estado.

Al tener cierta experiencia con la enseñanza, siendo maestra jardinera, se suponía que yo tendría que estar segura, tranquila y sin preocupaciones, pero por el contrario, nada de esto sucede: Siento que es algo totalmente nuevo, ya que realizaré una clase con edades de niños que no acostumbro trabajar, un grupo nuevo y numeroso, con todas sus características propias del grupo en particular (los observé bastante inquietos, pero muy participativos), etc… deseo que logren arribar el contenido y no tenga que intervenir la señorita de estos alumnos. Me tranquiliza dominar el contenido, para ello, me preparé investigando todos los subtemas posibles que se interrelacionan con este tema. Acudí a información en Internet, pero tuve que desistir de esta idea, ya que no encontré nada que tratará el tema, o me brindase una información relevante para ser leído, porque en numerosos casos no había referencia bibliográfica, no aparecía el nombre de un autor…

Entonces decidí no perder más tiempo y recurrir a libros, que pueda ver, leer, hacer anotación…segura con el material en mis manos.

La señorita Graciela, al otorgarme el tema a desarrollar en mi clase, me sugirió enfatizando algunas ideas para las actividades que podrían realizar los niños.

Me surge aquí otro sentimiento, ya que por un lado esta actitud de la señorita, me resulta agradable por la ayuda que me brinda, pero por otro lado, al no ser yo quien origine la idea de las actividades, es una situación que también me preocupa, ya que ella podría poner en juego a la hora de mi práctica, el comparar cómo ella hubiese dado la actividad.

Una vez, que leí los apuntes de prácticas sobre la elaboración de las planificaciones, una y otra vez hasta, estar segura de entender todas las herramientas que utilizaría para armar mi planificación, lo mejor posible; fue la hora de plasmar por escrito mi primera clase de prácticas.

Resulta nueva y compleja la elaboración de esta planificación. Surgieron muchas dudas y desencuentros, pero gracias a la ayuda del profesor Horacio y Verónica, pude solventar todos los obstáculos que se me presentaron. Esta primera planificación me ha acostado bastante hasta llegar a su última versión, pero me ha dejado muy satisfecha.

Aún, mientras escribo este relato, voy terminando de confeccionar materiales para mi clase y armando actividades extra, puesto que otro gran miedo es que me sobre tiempo!!...

Planificar ha sido para mi, una nueva etapa superada, pero aún queda el gran desafío: Llevar mi práctica al aula mañana!!!...

Relato de experiencia de aprendizaje, después de enseñar en el aula, correspondiente a la primer clase.

El reloj marcaba las 15.30 Hs, Johana ( mi compañera pedagógica), sentada en el escritorio de la docente y cerca mío, la señorita Graciela, ubicada al fondo del aula, los niños yendo de un lado a otro, conversando, poniéndose los guardapolvos(ya que venían de la clase de educación física) y finalmente, frente a los niños, estaba yo.

La docente aún terminaba de comentar algo a sus alumnos y mientras esto sucedía, algunos niños se acercababan a mi contentos a saludarme y pidiendo ayuda para colocarles los guardapolvos.

Finalmente, la docente les dice a los niños que quienes faltan ponerse el guardapolvo lo harán después, ya que la señorita Mayra tiene que comenzar su clase.

Y, tratando de disimular mis nervios, dije:

_ ¡Hola chicos! ¿Cómo están?

_Bien_ me contestaron

_ ¿Qué vamos a hacer?_me preguntó un nene.

Mi respuesta:

_A mi me dijeron que a ustedes les encantan los cuentos, y como se portan muy bien….les traje uno muy especial.

Y así, fueron mis primeras palabras de la clase con los niños, que hicieron que perdiera gran parte de mi temor (cómo comenzar la clase) y luego proseguí llevando a cabo las actividades propuestas en mi planificación.

Durante la narración del cuento, me trabé en una palabra, pedí perdón y la corregí inmediatamente y luego en el momento de renarrar el cuento, enumerando características del campo y de la ciudad, formulé erróneamente una pregunta, pero inmediatamente, también la corregí y proseguí con la clase con tranquilidad.

Las actividades diseñadas en la planificación se llevaron a cabo, pero surgieron más preguntas para hacerles a los niños, para que traigan al aula todas sus experiencias y conocimientos previos. Además, de la espontaneidad de los niños, expresando gustos, comentando experiencias vividas…

Fue muy placentero y reconfortante interactuar con este grupo, que participó constantemente y los vi divertidos con las actividades.

Durante el desarrollo de la actividad de integración, se cumplió el horario estipulado. Me acerqué a la docente y le expuse que mi horario terminaba y si ella prefería que les dijera a los niños que finalicen la actividad en casa o continuasen con ella.

La misma pidió que continuase con la actividad, alegando que no implicaría ninguna complicación para su actividad posterior, y que además quedaría inconclusa mi clase.

Por lo tanto, continué al frente de la clase, extendiéndome 25 minutos fuera de lo estipulado.

Sonó el timbre, y me despedí de los niños, los cuales muy contentos me preguntaron si ya me tenía que ir y me preguntaron cuándo volvería.

Algunas niñas me regalaron dibujos y figuritas, que hicieron sonreír a mi corazón de la emoción.

Fue una gran experiencia, y no podía creer cómo se nos pasó el tiempo sin darnos cuenta. Ya me encontraba tranquila, aunque algunas cosas no salieran como las esperaba, porque ver el resultado del proceso de aprendizaje en los niños, satisfactoria, tanto para la docente como para mí, me dio más fuerza y ganas para continuar y seguir preparándome para perfeccionar mi desempeño en las clases posteriores.

Conocer el grupo antes de dar la clase, me sirvió mucho de ayuda, para conocer un poco al grupo, observar si participan, qué actividades parecen llamarles más su atención, cuáles no realizan…y poder adecuarme un poco mejor al grupo para llevar a cabo un de la mejor manera posible mi clase.